La información clínica es la parte fundamental del diagnóstico de las aves. Para llevarlo a cabo se necesitará, en primera instancia, información no sólo del ave sino también sobre el entorno en el que viven y sus cuidados. En caso de aviarios, puede ser que el veterinario visite las instalaciones.
Antes de la exploración clínica, es útil realizar pruebas complementarias como muestras de heces y los alimentos consumidos por las aves o el material tóxico que pueda existir en el entorno.
Luego, debe observarse al ave. La observación implica mirar al ave sin tocarla.
Existen dos tipos: 1) cuando el ave tiene el conocimiento de la presencia del veterinario
y 2) cuando el ave no sabe que la están observando. Esto ayudará a que el ave muestre diversos comportamientos cuando está sóla o cuando no lo está.
Es importante obtener información básica del dueño como del paciente:
Datos del dueño:
Nombre
Dirección
Números de contacto (todos los teléfonos disponibles del dueño)
E-mail
Web
Datos del paciente
Especie
Sexo
Edad
Identificación (nombre, chip, anilla)
Origen
Desde cuándo está con su dueño
Detalles clínicos generales
Signos clínicos
Duración enfermedad/trastornos
Actitud del ave
Comportamiento
Vuelo
Regurgitación/vómitos
Aspecto de heces
Cambios de plumaje/muda
Peso
Estado reproductor
Fármacos/tratamientos
Alojamiento
Tipo de jaula
Tamaño
Materiales estructurales
Vegetación
Localización de la jaula/pajarera/aviario
Elementos dentro de la jaula
Suelo/fondo de jaula
Comederos y bebederos
Compañeros (número y sexo)
Contacto con otros animales
Alimentación
Dieta
Cambios en la dieta
Fuente y almacenamiento de los alimentos
Apetito
Consumo de agua
No todas los items son importantes, pero el veterinario deberá conducir el interrogatorio a fin de obtener la mayor información posible de acuerdo al trastorno clínico de cada caso.
Por tanto, debemos dar la información sin omitir detalles y sin negar ni mentir.